Luis Miguel Vázquez pechó con el peor novillo un manso de solemnidad, y eso que en el capote demostró lo contrario. Verónicas mecidas las que pudo dar el daimieleño, eso fue lo único de buen gusto que pudo sacar de su faena, ya que tras banderillas el novillo se rajó y tuvo que hacer la faena pegado a tablas sin gran lucimiento ya que no humillaba nada. Con la espada no estuvo muy acertado ya que su enemigo no colaboró cerrándose en tablas.
Sentir el toreo pellizcando el alma
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Pocos son los privilegiados que pueden pellizcar el alma del aficionado,
ayer en Manzanares lo logró Juan Ortega en la alternativa cumbre de Carlos
Ar...
Hace 1 año
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