10/12/08

«Mi mayor sueño es ser figura del toreo»

Luis Miguel Vázquez ha cuajado, un año más, una temporada redonda. Ha toreado más que en estos últimos años y ha triunfado con fuerza en los cosos donde se ha dejado ver, la pena es que la mayoría de sus actuaciones han tenido lugar en cosos de ámbito provincial. Aún así ha dado constancia de su quehacer como torero, con unas cualidades privilegiadas; es uno de esos toreros en peligro de extinción, pellizco, duende, torería….el arte en su pura esencia. En Oretania ha sido declarado Triunfador de la temporada 2008 en los ruedos de nuestra provincia. El despegue está previsto para el 2009, razones hay más que de sobra para auparlo y demostrar que los artistas tienen un hueco en lo más alto del escalafón, o deberían de tenerlo.

En primer lugar Luis Miguel, ¿contento con la labor realizada por tus apoderados Luis Palomeque y Francisco Romero Leal? ¿Has sido uno de los ‘damnificados’ por Romero Leal?

Pues sí, soy uno de los ‘damnificados’ y aunque a principios de temporada llegamos a un acuerdo entre las dos personas que hablas, Francisco Romero y Luis Palomeque, a mitad de temporada se hizo cargo totalmente de mi carrera Luis Palomeque y la verdad no le tengo nada que reprochar sino todo lo contrario. Luis ha cumplido con creces el esfuerzo que comprometió y, con respecto a Francisco Romero Leal, como muy bien dices, he sido uno de los ‘damnificados’ de su problema, pero mi relación profesional con él acabó.

Este año te he visto cuajar toros de manera soberbia con el capote, un ejemplo Manzanares o el mismo Ciudad Real; algo que ya venías anunciado la pasada temporada, ¿verdad?

Sí, ya de novillero toreaba muy bien con el capote pero uno pasa por rachas que no termina de entender, porque pierdes el sitio y hubo un par de temporadas que me costaba más trabajo. Pero he vuelto por mis fueros y este año he cuajado toros muy bien con el capote, no sólo en estos sitios que has mentado antes sino también en Torralba cuajé un toro muy bien… En fin, la meta es dominar todos los tercios y, qué duda cabe, que el capote es uno de ellos.

Recordemos la tarde de Ciudad Real, donde por circunstancias adversas, se cayeron del cartel los Hermanos Rivera Ordóñez, sustituyendo a ambos, Finito y ‘El Fandi’ y quedando tú como único superviviente del mismo. Un año más te has impuesto a las figuras y has plasmado en el albero manchego faenas de alto calado y nivel artístico. Este año ha sido inolvidable y si no hubieses pinchado al que cerró plaza, el triunfo hubiese sido más clamoroso aún. ¿Qué recuerdos guardas de aquella bonita tarde?

Fue una tarde muy bonita, teniendo en cuenta que Ciudad Real ha sido para mí una plaza talismán. Una tarde a la vez de responsabilidad por torear en la plaza de la capital de provincia y el triunfo lo necesitaba, tenía muchas ganas de que fuese en Ciudad Real; salí con mucha disposición y eso caló de lleno en los tendidos, la gente estuvo mucho conmigo desde el primer momento y eso lo agradezco. Y luego en la corrida embistieron también los toros y pude cuajarlos como a mí me gusta.

En Daimiel te lo pusieron muy difícil tus paisanos, pues compartir cartel con las máximas figuras del toreo y dar la talla y estar a la altura de las circunstancias, no todo el mundo está dispuesto a ello; en el que cerró plaza, lástima de nuevo la espada, que te cerró la puerta grande. Aún así, las sensaciones vividas aquella tarde fueron muy positivas, pues demostraste estar preparado para mayores compromisos. Bonito pero amargo recuerdo, ¿no es así?

Recuerdo que en el primer toro aunque estuve muy dispuesto con él no me quedé muy satisfecho, y en el segundo salí espoleado porque mis compañeros de cartel habían cortado dos orejas cada uno y era el último cartucho que quedaba en Daimiel, era el último toro y necesitaba un triunfo; cuajé el toro muy bien, pero luego malogré el triunfo con el acero, pero bueno… son cosas mejorables y con los entrenamientos se superará. Todas las figuras del toreo, siempre que han cuajado un toro lo han matado, y en este caso me quedé un poco con el sabor agridulce, pues cuajar un toro y después pincharlo… no pude acompañar a mis compañeros por la puerta grande. La verdad es que las sensaciones fueron muy buenas, pero el mundo del toro ha reconocido la labor, y la verdad, es que estoy muy satisfecho de la faena al último toro.

También ha habido tardes importantes, como en Torralba de Calatrava, Villarrubia, Almadén, Miguelturra… tardes que no deberían quedar en el olvido. Tardes en la que has resultado triunfador y con las figuras del toreo a la cabeza. ¿Te quedas con alguna tarde en especial?

Es difícil quedarse con alguna tarde o alguna faena, porque uno no acaba de redondear una faena como quisiera y le gustaría, la verdad es que he cuajado toros importantes, pero como soy muy crítico consigo mismo, pues no me quedo con ninguna en particular, pero lo que sí es cierto que cuajé toros importantes y de hecho he recibido premios en muchos de los sitios en los que he toreado, pero no me parecería justo decantarme por ninguna de ellas, por todas, la temporada en general ha sido muy buena, y con eso es con lo que me quedo.

Madrid y Sevilla, ¿están en la mente para la próxima temporada?

Sí, de hecho son varias de las metas principales. La temporada pasada traté de salir de la provincia, pero ha sido muy complicado; al comienzo de la próxima temporada intentaré ir a Madrid y procurar ir a Sevilla, porque a la postre es una de las plazas que te pueden situar en otra posición y no en un segundo plano, como estoy ahora.

¿Qué sueños tiene en la mente Luis Miguel Vázquez?

El sueño principal es ser figura del toreo y por ello vivo de mi profesión, por la que llevo luchando desde que tenía catorce años como profesional y ha sido, desde que tenía uso de razón, ser figura del toreo. Ahora que lo tengo más cerca, no pienso tirar la toalla, ni mucho menos y ése es mi sueño principal.

Durante este invierno supongo que mucho campo y entrenamiento, pero al estar varios meses inactivo esto puede mermar el resto de temporada y se deja notar al comienzo de la misma. En tu caso, en tus primeras actuaciones de temporada, estás algo más frío, menos seguro, más desdibujado… pero en cambio, según transcurre la temporada, cambian las torcas. En tu caso, ¿influye aún más el no torear a diario?

Sí, a mí si que me influye. Además ahí están los hechos, las primeras corridas me cuesta más trabajo entrar y coger el sitio y de hecho el único remedio que tengo en mis manos es torear en el campo lo máximo posible y no dejar de entrenar en ningún momento, pues el invierno es muy largo y en el parón hay gente que se dedica a descansar. Yo procuro no dejar de entrenar, si no con la misma intensidad que durante la temporada, pero no dejar de entrenar, por eso, por mantener la forma de como acabé el año pasado y seguir en esa misma línea, en esa misma tónica.

¿Qué es lo mejor de Luis Miguel Vázquez? ¿Y lo peor?

Creo que tanto para bien como para mal, lo mejor es mi sinceridad y mi trasparencia y cuando estoy a gusto se me nota enseguida, pero cuando no lo estoy también se me nota y a lo mejor lidiar una ganadería que no sea de mi agrado o matar un toro que no embista como para que yo pueda realizar mi toreo, pues se me nota enseguida si estoy a gusto, de la misma manera que cuando no lo estoy y yo creo que ésa es mi principal virtud, la trasparencia con la que procuro hacer todas las cosas.

Vázquez espera un 2009 más exitoso. ¿Cómo afrontas la temporada 2009?

Con el objetivo de tratar de pisar plazas de mayor responsabilidad, sobre todo Madrid y Sevilla y luego afrontar el ‘hándicap’ de las últimas temporadas, que ha sido salir un poco de la provincia, tratar de abrirse fronteras y de abrirse mercado por otras provincias, e incluso por otros países, porque ahí está el mercado de Francia que es muy interesante y América también, que tampoco lo he visitado nunca y tengo especial curiosidad, no sólo porque profesionalmente me venga bien, sino también por conocer el toro allí y conocer las costumbres de otros países.

Muchísimas gracias, esperemos que la próxima temporada Luis Miguel Vázquez saque a relucir el frasco de las esencias en plazas como Madrid o Sevilla, entonces la historia cambiará.

Entrevista realizada por Roberto García-Minguillán para Oretania.

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