29/7/08

Tras su actuación

En la tarde de Almadén hubo de todo: alegría por el triunfo conseguido y algo de tristeza al tener que pasar a la enfermería. El pitón no rasgó la carne del torero, pero sí lo acarició lo suficiente para producirle un varetazo en la cara interna del muslo izquierdo superior.
Al día siguiente de la pequeña cogida, el diestro siente "molestias" al tener la zona dolorida, pero eso es normal.
Con respecto a su actuación, a lo que es el toreo, Luis Miguel Vázquez reconoce que está "contento y bien porque fue un día muy especial para mí". Cabe recordar que en esa zona es donde Vázquez se encierra para prepararse, concretamente en Alamillo, que está al lado de Almadén. Por ello el torero declaró que es "una plaza a la que le tengo mucho cariño, tanto por la gente como por el marco que respresenta este plaza". Y es que torear en un ruedo de estas características es para cogerle cariño desde el primer momento. Como la entrega del diestro desde que cogió el capote, fue de entrega absoluta. Por ello "tuve la recomplensa y estoy muy contento y satisfecho". El único pero que le pone a su actuación es "no haberlo matado bien", por ello está algo molesto.

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