19/7/09

El buen toreo de Vázquez sin rúbricar

Cita importante la del sábado para el torero Luis Miguel Vázquez. Por una parte el serio compromiso de hacer el primer paseíllo de la temporada en Ciudad Real. Plaza donde fue elegido triunfador de la Feria 2008. Y por otra, por la causa por la que era, contribuir para sacar fondos para la Asociación Caminar de Ciudad Real.

Sonaron clarines y timbales para dar paso al segundo de la tarde, un astado de Alcurrucén, herrado con el número 127, negro listón, al cual recibió con verónicas de manos baja, abriendo el compás y clavando la barbilla en el pecho.

El burel en lugar de esperar a que los picadores estuvieran colocados se fue al de puerta, y allí lo tuvo que picar Ignacio Sánchez. En la brega Rafael Gago colocó el toro en suerte para que Félix Jesús Rodríguez dejara un par en todo lo alto. Alberto Berzosa por el pitón derecho dejó otro par. El presidente cambió el tercio.

Con la muleta, Vázquez, empezó meciendo al de Alcurrucén por bajo, mientras se lo sacaba a los medios. Por el pitón derecho se dejaba, así lo vio el matador que aprovechó para bajarle la mano y llevar al burel con profundidad. Arriesgó mucho al natural, ya que lo avisó en varias ocasiones pero aguanto las embestidas del toro. Finalizó el trasteo tras unas series con hondura por la derecha con manoletinas muy ceñidas. Lástima que no estuviera acertado con la espada y fuera a la cuarta cuando la tizona entró. Tuvo que salir a saludar en el tercio.

El quinto de la tarde llevaba el hierro de Lozano Hermanos, un toro colorado ojo perdiz, número 31. Dicen que no hay quinto malo, pero este precisamente no fue muy bueno.

De nuevo se volvió a ver un gran saludo capotero de Luis Miguel Vázquez. Un ramillete de bellas verónicas acompañadas con el olé más profundo arrancado de las gargantas de sus seguidores.

De nuevo el cambio de picadores. En esta ocasión le tocó a José Expósito picar al quinto, ya que se arrancó al caballo que guardaba plaza, llegando a derribar a caballo y jinete. Una vez ordenada la lidia lo volvió a picar Ignacio Sánchez como correspondía. En esta ocasión en la brega estaba Félix Jesús Rodríguez ylos encargados de poner las banderillas eran Rafael Gago y Alberto Berzosa. En esta ocasión Gago tuvo que entrar dos veces ya que Brezosa tan sólo dejó un palo.

En la muleta fue un toro brutote no tenía una embestida clara. Lo tuvo que aguantar mucho por ambos pitones Luis Miguel Vázquez, ya que se le quedaba parado en mitad del muletazo. Pero la maestría del diestro de Daimiel hizo que de donde no se podía sacar agua saliera un chorro muy potable. De nuevo la espada fastidió su obra y no pudo rubricar una faena en la que el torero hizo todo. Así lo entendió el respetable que le hizo salir de nuevo al tercio a recibir la fuerte ovación que le estaba tributando.

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