Es hora de echar la vista atrás. De analizar en profundidad lo que ha sucedido a lo largo de la presente temporada. Lo positivo y negativo que se ha visto en el albero cada vez que Luis Miguel Vázquez toreaba. No han sido tantas tardes como se prometieron al finalizar el 2007, pero las suficientes para que el duende que tiene éste torero cautive a los aficionados.
Las historias no son como empiezan sino como terminan. Por suerte el final de temporada estuvo impregnado con esas dosis de arte que tiene la muñeca de Vázquez, llegando ha hacer que el aficionado se emocine. La pasión y el cante hondo han aflorado cada vez que se ha enfrentado a un astado.
El único "pero" de la temporada, que podemos ponerle o tal vez la nota negativa, ha sido la espada. En citas importantes ha fallado con los aceros, y eso le ha privado de salir en hombros de plazas como Manzanares, Daimiel y Alcázar de San Juan. Fue una lástima, aunque seguro que este error lo refrendará el año que viene. En ninguna de esas tardes ha perdido la esencia y el romanticismo en su toreo.
Lo positivo que se ha vuelto a ver al torero de antaño el que creaba obras de orfebrería en el ruedo. Se le ha visto con un toreo muy templado, de mano muy baja, asentando las zapatillas y metiendo el mentón en el pecho. Es un torero que poseé una personalidad propia, porque en definitva, se torea como se es.
Fedra conquista el corazón de Valdepeñas
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Había ganas de ver a Lolita en La Mancha y en especial en Valdepeñas, pero
no sólo a Lolita sino que también a Juan Fernández y Tina Sainz, actores
muy co...
Hace 5 años
1 comentario:
A este torero le deben dar más oportunidades, lo deben conocer fuera del territorio manchego, puesto que es mejor que muchos otros que están toreando. Es cuestión de saber mover los hilitos de los despachos. A ver si el año que viene termina de romper y tenemos un figurón del toreo.
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