20/8/08

Faena de ensueño para una plaza que necesita que surja la magia

De ensueño fueron las verónicas que dio Luis Miguel Vázquez a su primero. Bajando la mano y abriendo mucho el compás. Vamos en resumidas cuentas que hizo que la magia surgiera de su capote, con esa prolongación de sus manos. Toreo de sabor añojo en una tarde que necesitaba de esa esencia que los toreros con duende saben imprimir. Toda la faena estuvo impregnada con ese olor que caló hondo en los tendidos, en los cuales brotraron los olés sin demasiado esfuerzo. Por el pitón derecho fuepor donde se desarrolló toda la faena, ya que por el izquierdo apenas queria colaborar el astado. Lo finiquitó de estocada un pelín caída y tendida.

Con el que cerraba plaza no se pudieron volver a ver esas verónicas, ya que el toro no acudía con franqueza y no dejaba que Luis Miguel se pudiera estirar con él. Sentado en el estribo, como lo hacían los toreros de antaño, comenzó la faena. POco a poco fue pudiendo al de Luis Algarra, que de no haber sido por su fallo con la espada el triunfo hubiera sido mayor. Aún así compuso una faena que supo a gloria a todos los entendidos por ambos pitones. Y a los que no iban muy convencidos de ver a este torero, terminó por convencerlos. Demostró que aunque no esté en lo más alto del escalafón da la talla en compromisos importantes.

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