Cuando uno lleva retirado tantos años, piensa que la vuelta no va a ser igual a como fue antaño. Ese es uno de los miedos a los que se puede enfrentar un torero. No es el caso de Luis Miguel Vázquez, que desde que anunció que volvía no han cesado las muestras de cariño recibidas a su persona, más si cabe al matador de toros. Como si ese impax de tiempo no hubiera existido. Allí estaba su afición arropándolo.
Ayer la Peña Taurina Daimieleña, que si cabe decir, siempre fue su peña, quiso rendirle el homenaje que merece su figura y por tanto su vuelta a los ruedos. Un acto muy emotivo para Vázquez y asumiendo la gran responsabilidad a la que se enfrenta está temporada. Porque en un principio su vuelta iba a ser de una sola tarde. Que afortunados somos que haya sido tan generoso de regalarnos varias tardes. Tardes que aún faltan por desvelar.
De momento hay dos fechas claras. El 19 de julio en Pozuelo y como no podía ser menos, la segunda fecha, será a finales de agosto en su plaza. Ese santuario taurino que le imprime una doble responsabilidad. Por un lado, la de torear con su estilo propio frente a astados que exigen el carnet, con el hándicap de llevar 10 años sin apenas ver un pitón, pero con una mentalidad mucha más fuerte de cuando se fue. Por otro lado, con el compromiso de toda una afición que lo sigue allá donde torea y máxime sus paisanos, sabe que no debe ni puede defraudar a nadie y menos a él mismo.
El diestro habló de cómo surgió su vuelta a los ruedos, algo meditado y que era lo que le llevaba a vestirse de luces de nuevo, puesto que ningún trabajo desempeñado durante esta década le motivaba lo suficiente. Esa idea fue floreciendo en su interior para posteriormente brotar en su vuelta a los ruedos. Para ello, se ha rodeado de un equipo que lo conforman en el plano taurino Valentín Cuevas y Félix Jesús Rodríguez como profesionales que han sido y seguirán siendo del mundo del toro, y en el terreno de asesoramiento personal Plácido Sánchez-Camacho y Paco Córdoba.
En el acto se rindió homenaje a Antonio Ruiz Cabrera que compuso el pasodoble en honor al diestro. Y gracias a la venta del CD con dicha composición se pudo comprar el traje de confirmación de alternativa, un termo verde botella y oro, que ahora forma parte del tesoro de la Peña Taurina puesto que Luis Miguel ha tenido el detalle de donarlo para que ocupe un lugar privilegiado en su sede. La mujer del compositor le deseó muchos triunfos.
No podía faltar la representación por parte del Ayuntamiento, la concejala de Cultura, Alicia Loro, que estuvo en el acto apoyando a la leyenda del toreo como es Vázquez según sus propias palabras.
La familia del torero quiso acompañarlo como ha hecho siempre y estar con él en un día tan importante. Son el pilar de su vida y el eje en el que ha girado y gira toda su carrera.
Fotos cedidas por la Peña Taurina Daimieleña