2/11/10

Imposible de los imposibles

El sábado se celebró en Villarrubia de los Ojos un festival a beneficio de la Escuela Taurina de Ciudad Real donde los toreros iban a colaborar con la causa. Luis Miguel Vázquez era uno de esos toreros.
Le tocó lidiar en tercer lugar. El novillo correspondía a la ganadería de Andrés Prado. Donde todo podía haber sido un final de temporada con un buen sabor de boca, fue un borrón en su temporada, no por Vázquez sino por las condiciones del novillo.
Desde que salió de toriles sabía muy bien a lo que salía, puesto que parecía que no era la primera vez que veía un capote o una muleta, puesto que el animal en lugar de ir a los trastos que le ofrecía Luis Miguel Vázquez iba a por su cuerpo. Vamos que el novillo daba todas las muestras de estar toreado.
Vázquez no se lo pensó dos veces y tras probarlo con la muleta, y ver que seguía haciendo lo mismo que a su salida con el capote, fue a por la espada de matar, recibiendo una monumental bronca por parte del respetable.
Me pregunto yo, ¿el aficionado no tiene la sensibilidad suficiente de ver que ese novillo, sí Luis Miguel Vázquez hubiera estado más tiempo delante, lo hubiera arroyado?
Estamos de acuerdo que se paga para ver un espectáculo, pero cuando un animal no ofrece garantías jugarse la vida porque sí, no creo que sea la mejor opción.